Centipeda Lour.

C. Benedi, A. Buira, E. Rico, M. B. Crespo, A. Quintanar, C. Aedo & S. Castroviejo, 2019, Flora Iberica / Vol. XVI (III): Compositae (partim), Madrid: Real Jardín Botanico, CSIC : 2104-2106

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Centipeda Lour.
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144. Centipeda Lour. View in CoL *

[ Centípeda , -ae f. ‒ lat. centi- (prefijo): centum, cien; pedum, -i, bastón, cayado. Nombre acuñado por J. de Loureiro, Fl. Cochinch. 2: 492 (1790) para designar un género en el que clasificó C. orbicularis Lour. De su etimología da cuenta el propio autor en el protólogo: “Nom. Centipedam vocavi ob ramulos centuplicatos, quibus haec planta terrae incumbit”, en alusión clara a la profusión con que los tallos de la citada especie se ramifican y que, en cierto modo, sirven de apoyatura a la planta. A.Q.]

Hierbas anuales o perennes. Raíces numerosas, fibrosas, ± engrosadas, o rizomas poco engrosados. Tallos erectos, ascendentes, decumbentes o postrados, foliosos, cilíndricos, ± angulosos, glabros o densamente pelosos, de ordinario ramosos desde la base, a veces ± divaricados. Hojas todas caulinares, alternas, que apenas disminuyen de tamaño hacia el ápice del tallo, herbáceas, de lineares a obovadas o espatuladas, en ocasiones con glándulas sésiles al menos en el envés, largamente cuneadas en la base, con el margen provisto de varios dientes o lóbulos, raras veces entero, uninervias, glabras o aracnoideo-tomentosas –con pelos tectores simples, de distintos tamaños–, sésiles o cortamente pecioladas, a veces subamplexicaules. Capítulos disciformes –levemente radiados en especies extraibéricas–, heterógamos, sésiles o brevemente pedunculados, solitarios y axilares u opuestos a las hojas, o a veces 2-7 agrupados en inflorescencias cimosas cortas, racemiformes o espiciformes, caducos o largamente persistentes tras la fructificación; involucelo ausente. Involucro pequeño, hemisférico o rara vez subcampanulado, no endurecido; brácteas dispuestas en 1 o 2 series, libres, de oblongas a anchamente obovadas, obtusas, ± persistentes, subiguales, herbáceas, con margen escarioso, entero o ± eroso, uninervias, glabras o ± aracnoideo-tomentosas, a menudo patentes en la fructificación. Receptáculo convexo, a veces plano o ± cóncavo, sin páleas. Flores externas filiformes, subcilíndricas –por plegamiento longitudinal de la corta lígula–, dispuestas en varias series, femeninas, de color blanquecino, verdoso, amarillento o rojizo; corola con tubo glabro, estrecho, con limbo inconspicuo –oblongo en especies extraibéricas, con 3 dientes obtusos poco profundos–. Flósculos hermafroditas, de color blanquecino, verdoso, amarillento o rojizo; corola tubular o infundibuliforme, con 4 dientes triangulares o estrechamente triangular-lanceolados, erectos o subpatentes, glabra o con escasos tricomas glandulíferos. Anteras 4, connatas, hialinas, con el conectivo prolongado en un corto apéndice apical ovado o sin apéndice. Estilo liso, glabro, terminado en 2 ramas truncadas, cóncavas –dando un aspecto general urceolado–; ovario subcilíndrico, aguzado hacia la base, estriado, glabrescente o peloso hacia el ápice. Aquenios homomorfos, subcilíndricos o claviformes, ± truncados o redondeados en el ápice, con 3-4(6) costillas ± prominentes, de grisáceos a pardo-rojizos o parduzcos, de ordinario glabrescentes en su parte basal, con tricomas vesiculosos alargados, dispersos, aunque concentrados hacia el ápice, sobre todo alrededor del tubo de la corola, que forman un engrosamiento esponjoso o cartilaginoso coroniforme, con aspecto de falso vilano, a veces también con pelos tectores en las costillas, uncinados o setiformes, o con glándulas en las zonas intercostales, sésiles o pediculadas; hilo cárpico basal, poco desarrollado, de contorno poligonal. Vilano nulo. x = 10.

Observaciones.– Género que incluye c. 10 especies nativas principalmente de Australia y Nueva Zelanda, algunas de ellas presentes en el SE de Asia, Papúa Nueva Guinea, islas del Pacífico y Madagascar, y con una sola especie endémica del sur de Sudamérica (Chile y Argentina ).

En los últimos tiempos ha existido una cierta controversia sobre la posición sistemática del género. Algunos autores lo ubicaron en las Anthemideae [Inst. Bot. Acad. Sinicae (ed.), Fl. Reipubl. Popularis Sin. 76(1): 132-133 (1983)], basándose en las afinidades morfológicas que presenta con Cotula , mientras que otros lo incluyeron en las Astereae [K. Bremer & C.J. Humphries in Bull. Nat. Hist. Mus. London, Bot. 23: 161 (1993); G.L. Nesom in Sida Bot. Misc. 20: 26-27 (2000)], aunque con ciertas reservas. Sin embargo, estudios basados en datos moleculares sugieren que Centipeda está más estrechamente relacionado con la denominada “alianza Heliantheae ” (= Ambrosieae s.l.), en concreto con la tribu Athroismeae [cf. S.J. Wagstaff & I. Breitwieser in Pl. Syst. Evol. 231: 203-224 (2002); S. Nylinder & al. in Mol. Phylogenet. Evol. 68: 239-250 (2013)], en cuyo seno se ha separado en una subtribu monotípica: Centipedinae [J.L. Panero in Phytologia 87: 1-14 (2005); in Kubitzki (ed.), Fam. Gen. Vasc. Pl. 8: 399-400 (2007)].

Los miembros de este género son muy homogéneos en sus caracteres morfológicos y forman un grupo monofilético compacto [S. Nylinder & al. in Molec. Phylogen. Evol. 68: 239-250 (2013)]. Pese a que los aquenios carecen de vilano, el engrosamiento esponjoso apical de los aquenios actúa como un falso vilano que facilita la anemocoria y la hidrocoria, incluso a larga distancia; en algunas especies, además, los tricomas de los aquenios favorecen la epizoocoria [cf. N.G. Walsh in Muelleria 15: 33-64 (2001); S. Nylinder & al. in Syst. Biol. 63(2): 178-191 (2014)].

Bibliografía.– S. NYLINDER & AL. in Molec. Phylogen. Evol. 68: 239-250 (2013); J.A. SÁNCHEZ RODRÍGUEZ & M.J. ELÍAS RIVAS in Anales Jard. Bot. Madrid 56: 167 (1998); N.G. WALSH in Muelleria 15: 33-64 (2001).